Para Tomás Hamlet Escutia
al amor de su vida
I
Ha llegado mi última hora. ¿Cuánto tiempo toma
solo para decirte adiós? Hay tantas maneras
para concluir la noche, pero el tiempo se desploma;
Y al final mis últimas frases no serán enteras:
un adiós con un último beso no me atrevo,
sabiendo bien que no te sentiré de nuevo.
¿Cuánto tiempo más debo esperar
solo para decirte adiós? Te tengo a mi lado
y ya te comienzo a extrañar,
y eso que mi travesía aún no ha comenzado.
El grosero tiempo indica que el plazo ha llegado,
nostálgica notas que ya es mi hora de partir.
Te miro a los ojos y me quedo callado,
mi destino ahora es el que tengo que seguir.
II
Dices que deje todos mis arcaicos ideales atrás,
que te mire a los ojos y que tome una decisión final.
Dices que mi absurda revolución es una idea fatal
y que si sigo ese rumbo, ¡mi corazón abandonarás!
Déjame cambiar y darle al mundo nuevas latitudes,
entiende, ¡esta fase de la revolución es crucial
para la victoria! Regresaré, de eso jamás dudes.
Amor, dame tu apoyo moral aunque sea parcial.
Te beso y con un disimulado llanto te digo:
«Yo sé que mi revolución es totalmente absurda
y que no haré ninguna diferencia, de eso no tengo duda.
Solo recuerda que mi cordura se quedará contigo.»
© Elvis Dino Esquivel
Imagen: KHIUS
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